domingo, 31 de marzo de 2013


 U n   b a r c o   l l a m a d o   L i l l y

sábado, 30 de marzo de 2013

Desde siempre. Parejas en el metro. Te veo pasar a través de los cristales de las puertas que dan al pasillo. Dudas. Un oso panda enroscado en el cuerpo de un niño chino. Siete. El blues. La pausa. El silencio del cigarro apagado. Nueve. La televisión en silencio emite imágenes de la tele-realidad. ¿Realidad? Nueve. Bajas al mercado y verás que sí, que hacen paellas en la calle, que gritan entre las acelgas y los nabos con los labios mal pintados. Cuatro. Nada de esto durará más que una cena, que un poema mal escrito, que una recarga de gasolina, que un rock and roll de los de siempre. Unos niños miran al cielo en un dibujo a rallas. La otra noche estuvimos hablando de muchas cosas. Yo le dije, me gusta tu suéter y creo que ya se lo había dicho. No se puede dibujar el olor de Valencia en primavera. Dos. Un dragón roto en el cielo. Trencadís. La magia de las palabras es difícil de alcanzar. Once. Pero como todo lo demás, está siempre presente. Latiendo a un ritmo constante y eterno. Brillante, dos, enclenque. Hasta siempre.

viernes, 29 de marzo de 2013

Hay que tener cuidado con lo que se escribe, pienso. Hay que tener cuidado con lo que se dice, pienso después. Pero si se tiene tanto cuidado en cada cosa, al final, tienes agujetas en los gemelos y dolor en el cuello. Y dolor de pinchadas, dolor de fuego de bengalas en los ojos, por la mañana. Y mierda que escribir a las seis y media de la mañana. No quiero retocar el texto, quiero que vuestros ojos toleren el incesto de palabras hermanas en la misma frase. Esta noche he tenido un sueño. Estaba en una antigua clase de inglés con sensación de estar en otra y mientras tocabas la batería me decías, "tienes que pertenecer al saxofón". Qué es eso, te preguntaba. Mira, la batería pertenece al saxofón, me decías.

Curso de literatura europea II

(...) solos los dos, y unidos por el frío
que apenas roza brillante envoltura
solos los dos en esta pausa
eterna del tiempo que nada sabe ni quiere, pero dura
como la piedra, solos los dos, y amándonos
sobre el lecho de la pausa, como se aman
los muertos
«amó», dijiste, autorizado por la muerte
porque sabías de ti como de una tercera persona
bebió dijiste, porque Dios estaba (Pound dixit)
en tu vaso de whiski (...)
Glosa a un epitafio, Leopoldo María Panero



miércoles, 27 de marzo de 2013

Curso de literatura europea I


Un sentimental puede ser una perfecta bestia en sus ratos libres. Una persona sensible no será nunca cruel. El sentimental Rousseau, a quien se le saltaban las lágrimas ante una idea progresista, distribuyó sus muchos hijos naturales entre diversos hospicios y asilos, y jamás se ocupó de ellos. Una solterona sentimental puede mimar a su loro y envenenar a su sobrina. El político sentimental puede acordarse del día de la madre y aniquilar implacablemente a un rival. A Stalin le encantaban los niños. Lenin lloraba en la ópera, sobre todo en La Traviata. Todo un siglo de autores cantaron la vida sencilla de los pobres. Por autores sentimentales nos referimos a la exageración no artística de emociones corrientes, que pretende provocar automáticamente la compasión tradicional en el lector. "
Curso de literatura europea, Vladimir Nabokov



"Nos hemos dedicado de tal manera a sofisticar nuestro corazón, hemos abusado tanto del microscopio para estudiar las repugnantes excrecencias y las vergonzosas verrugas de que está cubierto, y que agrandamos a voluntad, que es imposible que hablemos la lengua de los demás hombres. Ellos viven para vivir, y nosotros, ay de mí, vivimos para saber. En eso reside todo el misterio. La edad cambia sólo la voz, y hace caer solamente los dientes y los cabellos; nosotros hemos alterado el acento de la naturaleza, hemos extirpado uno a uno los virginales pudores que erizaban nuestro fuero íntimo de hombres decentes. Hemos hecho psicología, como los locos, que aumentan su locura esforzándose por comprenderla. Los años sólo invalidan los miembros, y nosotros hemos deformado las pasiones. Desdichados, tres veces desdichados los padres achacosos que nos hicieron raquíticos y sin suerte, ¡predestinados como estamos a no engendrar más que hijos muertos!"
La Fanfarlo, Charles Baudelaire


"Sólo el príncipe, puede disfrutar bajo el disfraz de un campesino, el sentirse ágil buzo en un ambiente vulgar, seguro en su refugio "Real". Un gran observador, pero también un hechizado (un Cazador Encantado.) Por otra parte podemos imaginar que, el campesino disfrazado de príncipe se ve anodadado por lo que no llega a controlar: los gestos, el squeptron. Tampoco es hechizado, sino abrumado. Porque tras el supuesto hechizo aguarda el mecanismo del engaño: sólo harapos, pobreza, desesperación, barro, nada. El hechizo está en aquello que se transfigura evanescentemente, siempre aproximándose, nunca estridente ni definitivo (como tal vez, lo quisiese el campesino), siempre volátil"
Descripción ledideptorológica de una nínfula
Vladimir Nabokov

martes, 26 de marzo de 2013

BURNT AS...







Ann Sophie Lorange

A veces me gusta pensar que más potente es el trazo de cualquier mujer frente al del hombre. 
Probablemente no sea cierto. Me da por pensar en Tàpies o en Saura, englobados temáticamente en el informalismo...y veo que mi hipótesis no es del todo cierta. Ni siquiera de lejos. Pero no se trata del trazo... se trata de otra cosa.
Hay algo en las composiciones de las mujeres que personalmente me atrae aún ignorando que se corresponde con mujeres lo que tengo frente a mis ojos. 
Recuerdo que para un ejercicio de clase del año pasado, Lola introdujo mensajes en sobres de color marrón. Yo pensé que eso un hombre no lo hubiera hecho. La cosa de guardar, esconder, los sobres que guardan palabras u objetos pequeños. Historias de la memoria y de los secretos.
En este primer cuadro aparecen pegatinas de animales, de un oso panda, de una jirafa, de un gorila negro...dispuestas en la composición. Apreciamos unas manchitas oscuras como si fueran pintura, pero son sticks. Mi profesor de procedimientos hubiera dicho que eso es una mariconada. Pero a mi me está conmoviendo. Algo está pasando ahí. "No hero in her sky" aparece en rojo en otra de las pinturas de Ann Sophie Lorange. Está hablando de Nosotras y de la ausencia de referentes. Y además, de que no los queremos, porque podemos guiarnos de otra forma. Así es como lo veo, como me gusta pensarlo.  













lunes, 25 de marzo de 2013

Margaret Mellis

Margaret Mellis realiza collages con piezas encontradas. Son piezas de madera, piezas de barcos...Las agrupa por colores y por formas creando estas construcciones tan pictóricas.
Los materiales encontrados son una fuente preciosa de inspiración.







domingo, 24 de marzo de 2013

Ethan Cook

Ethan Cook teje a mano sus obras. Consigue bonitas y sencillas abstracciones a base de tela y colores neutros. Sus composiciones tienen formas muy serenas y su observación genera tranquilidad y reflexión. 
Son composiciones, la mayoría de ellas equilibradas, ya sea por las formas o por el color.
Sus cuadros tienen para mi connotaciones de la obra escultórica de Jorge Oteiza o Eduardo Chillida. Donde el espacio se completa con la propia obra. Donde el hueco forma una parte principal de la obra. Aquí el hueco está tejido y tiene un color crudo.
El tejido, el hecho de tejer, siempre ha estado vinculado con el mundo femenino. A mi me gusta que sea un hombre el que se encargue de esta sensibilidad por la trama de los tejidos.
Lo que más me gusta de estas obras de Ethan Cook es que me recuerdan a los tejidos agradables de algodón, pero a lo grande. Ofrece en sus obras el gusto por el tejido y por la costura de las mejores prendas de algodón de las prendas que llevamos. Prendas que llevamos cerca de la piel. Tan cercano.
Su gusto por la estructura-textura "pequeña" del hilo en la trama y la urdimbre y por otra parte, la composición "grande" de distribución de colores. 
Pintura de trama y urdimbre.
Pintura de hilo.








viernes, 22 de marzo de 2013

Una tarde fuimos a una tienda en la que se vendían muchas cosas. Era la tienda de un pueblo en la que había desde una batidora-trituradora a dvds con polvo. Nosotros íbamos a por unos cds que estaban a precios tirados, uno o dos o tres euros cada uno y eso era porque en la tienda habían sufrido una inundación doméstica y todos los cds se habían mojado. El papel de los cds estaba arrugado, incluso algunas portadas habían perdido el color. Se había desvanecido. A mi me costó elegir entre los cds que me resultaban interesantes. Cuando voy a una tienda a comprar discos acabo comprando más cuando no tenía una idea determinada sobre lo que iba buscando. Me llevé un disco de Leonard Cohen. Uno en el que sale con unas gafas y un plátano pelado en la mano. Ah! Los plátanos...son tan estéticos. Tienen unas manchas oscuras que se reparten sin piedad sobre el amarillo primario. Pero el plátano de la portada de Leonard Cohen está en blanco y negro.
Hoy iba a poner un disco para pintar. Para empezar a pintar, he estado un rato mirando la columna de cds. Y buscaba uno de Jarvis Cocker pero no lo he encontrado. He encontrado el de Leonard Cohen. He estado mirando la portada y me he acordado de cuando lo compré. Me he acordado de que lo escuché en Pirineos durante un verano. He abierto la carátula y he visto que el disco no estaba. He pensado que si no lo encuentro, me quedaré la carátula para acordarme de esa tienda que sufrió una inundación doméstica. De esa tarde que me comí un helado de fresa con vainilla y ví a un hombre sentado en una silla de ruedas. Yo llevaba un mono blanco y negro y unas botas rojas y un amigo me dijo que parecía Kylie Minogue.

jueves, 21 de marzo de 2013








miércoles, 20 de marzo de 2013

Mi padre me ha dicho: tú puedes.
Creo que no hay nada más valioso que éso.
La víctimas aprovechadas 

La princesa del pueblo

viernes, 15 de marzo de 2013

Todavía recuerdo la primera vez que te ví. Estabas solo en el escenario, mirando al suelo y tocando una canción de George Harrison pero a mi me parecías Kurt Cobain. Porque tocabas con la izquierda y porque mirabas al suelo mientras cantabas tan mal. Recuerdo las paredes azul marino y todo lo demás negro. Sólo había un camarero. Yo subí al escenario y te besé, como quien besa a su única oportunidad.

jueves, 14 de marzo de 2013

Disculpa las molestias. Siempre tengo que volver a hacerlo todo. Me enciendo otro cigarro. Repinto encima de los colores que una vez pensé que estaban correctamente dispuestos. ¿Cuándo estará acabado? Nunca nada es suficiente. ¿Para mi? ¿Para quién?
Hierve el agua que he puesto al fuego. Nunca acabo de aprender.
Me pasa una cosa rara. A veces, en esta ciudad tan pequeña, encuentro personas que fueron más pequeñas que yo, que estuvieron en mi pasado. En mi vida de entonces. Me las encuentro por la calle, por el centro, en alguna tienda, en algún bar...y ahora parecen mayores que yo. ¿Quién ha crecido demasiado deprisa? Pienso a menudo, más frecuentemente de lo que quisiera, que soy yo la que no ha crecido suficiente. Pienso en mi altura. En el tamaño de mis pies. Recuerdo que en el inicio del curso de sexto de Egb la gente había pegado el estirón. Pues bien, muchas veces pienso que yo me quedé en ese verano, sin llegar a ingresar en ese nuevo curso. En cuanto a mis estudios, suelo pensar que repito una y otra vez el mismo curso. Y ahí estoy. Mi vida académica todavía sin terminar. El curso...de los años. Adivina.
Balthus

Milton Avery

Milton Avery tiene algo que me engancha. Las composiciones de sus cuadros tienen una aparente simplicidad pero que obliga, y esto es lo que me engancha, al receptor a terminar de algún modo la escena. Sus personajes a penas tienen rostro, los paisajes se reducen a color, incluso los interiores o los exteriores en los que aparecen los personajes tienen esta misma característica. Sin embargo, no por eso diría que se trata de una pintura sintética. Se me ocurre compararlo con David Lynch. A pesar de que la estructura narrativa no aparece en los cuadros de Milton Avery, sí que hay una narratividad extraña. No es un universo cercano el de Milton Avery. Está lejos de lo que ocurre cada día: un barco suspendido en un río negro, unos paisajes que parecen rótulas...Quizá se trate de la extrañeza de la poética cotidianeidad.









Cole Morgan


El trabajo de Cole Morgan, estoy segura de que, algunos lo llamaría naif. Debido a la simple disposición de elementos pequeños, por los colores primarios que emplea o por las formas geométricas ligeramente distorsionadas. Detesto que utilicen la palabra naif para éste y otros tipos de trabajos. Me parece una forma reduccionista de abarcar todos los matices que contiene éste y otros trabajos. Es una forma peyorativa de tratar el mundo frágil (o sutil) englobándolo todo en el mismo término. 
Me gustan los collages que hace Cole Morgan combinando las texturas de los materiales con colores. Me gusta cuando interviene con lápiz sobre la superficie. Me encanta el efecto del lápiz de grafito sobre superficies pintadas, sobre superficies que no son papel. Porque queda un trazo quebrado. Me gusta la mancha que aparece como accidente en sus obras pero que acaba contextualizando la pintura. Me pregunto si esos accidentes son adrede o como su propio nombre indica, pura fortuna.